Es un procedimiento médico utilizado para detener hemorragias nasales (epistaxis) mediante la aplicación de calor o sustancias químicas para quemar y sellar los vasos sanguíneos que están sangrando. Este procedimiento puede ser realizado en el consultorio médico con anestesia local o en un quirófano bajo anestesia general, y a veces se combina con otros procedimientos para mejorar la respiración nasal.